MAAA... CONTAME UN CUENTO!

Yo trabajo ocho horas por día adentro de una oficina, tipeando, navegando, fotocopiando, pagando cuentas. El resto de las horas que le quedan al día hago todo lo otro: cocinar, limpiar, bañarme, dormir, barrer, comprar, jugar con mis hijas... sigo? Bueno, hoy tuve la reunión con la maestra de mi hija (la maestra de jardín) y me gustó mucho conversar con ella. La sala donde están me parecio amplia, ordenada, con mucho material. Y me ofrecí a renovar los títeres del Jardín o a hacerles fundas para los almohadones y cochecitos de juguete.
Yo tengo los mejores recuerdos del Jardín de Infantes. Me recuerdo a mí misma llorando porque no quería subirme al colectivo escolar, pero todo lo que sucedía en el jardín era divertido y creativo. Hace poco mi mamá me entregó todos los trabajitos que hice!! Qué túnel del tiempo!! Cuántas cosas se cocinan ahí adentro... de hecho, todos los "rincones" de la sala, representan un área de la vida.
La cocinita, llena de utensilios y bebés y camitas, el ámbito doméstico, lo de adentro, la mamá, la casa, el olor a sopa, todo eso a lo que (en un momento de nuestras vidas) irremediablemente queremos volver, para que nos abrace y nos diga que ya va a pasar.
El rincón de los juegos tranquilos, donde nos sentamos a pensar y resolver, podría ser la facu, el tablero de la oficina, el teclado de la compu, el informe para nuestro jefe.
El rincón de los bloques de madera, acá está un poco lo técnico, lo que en mi caso sería la cortadora de pasto, la bordeadora, y para mi hermano su caja de herramientas... Pero supongo que en este rinconcito también aprendemos a que unos cubos medio mugrientos también pueden ser una casita o un camino.
El rincón con la biblioteca y los almohadones, ese espacio para acostarse y mirar el techo, respirar, ver como entra el sol por el ventanal después de tomar nuestra merienda. Eso se convirtió para mí en el abrazo de mis niñas cuando llego de trabajar.
Ojalá el Jardín le deje tanto a ella, como me dejó a mí.



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